“Al gran artista no le preocupa la lindura, ni siquiera la pura belleza. Busca la Verdad, así, con mayúsculas. Y la belleza resulta luego como resplandor de la Verdad. Resplandor a menudo terrible y desagradable, como sucede cada vez que el hombre desciende al infierno y tiene trato con los demonios”.
Quien más…Sabato.